En este espectáculo, Oscar Terol pone de manifiesto la realidad de un mundo que se nos muestra incomprensible a todas las personas. Resaltando como único objetivo el poder llegar al final del día habiendo pasado lo más inadvertido posible a las miradas y críticas de los demás, intentando ocultar, en todo momento, nuestro “yo tonto” que se puede manifestar, en cualquier momento del día, para arruinarnos la vida. 

Un mundo que se nos muestra incomprensible a todas las personas. El único objetivo es poder llegar al final del día habiendo pasado lo más inadvertido posible a las miradas y críticas de los demás, intentando ocultar, en todo momento, nuestro “yo tonto” que se puede manifestar, en cualquier momento del día, para arruinarnos la vida.